Si se puede comer y cuales son los riesgos.

Ser omnívoro no significa que nada pueda hacerle daño: veamos si el perro puede comer pollo crudo y cuáles son los riesgos asociados a este alimento.

Siempre es importante variar los alimentos en la dieta de nuestro perro, pero antes de introducir alimentos que no haya probado nunca, es absolutamente fundamental ser consciente de los posibles riesgos asociados a los mismos. Sabemos que los perros son omnívoros, pero el hecho de que coman de todo (excepto una boca grande) no significa que no haya nada que pueda hacerles daño. Si queremos probar a alimentar a los perros con pollo crudo, debes conocer las propiedades y los posibles peligros de este alimento.

Pollo crudo o cocido: lo que debes saber

Para entender los riesgos asociados a un alimento, primero debemos fijarnos en su composición: el pollo está hecho de carne pero también de huesos, y estos son los que nos deben preocupar.

De hecho, los expertos recomiendan no dar nunca pollo cocido a los perros, no porque pierda sus propiedades, sino porque puede ser peligroso para los huesos si se deja sin deshuesar. Estos últimos, de hecho, se vuelven quebradizos y se rompen fácilmente si se cocinan. De hecho, cuando se cocinan, su consistencia se ablanda hasta que se rompen en trozos más pequeños y, a menudo, afilados. Crudos, proporcionan nutrientes esenciales para los perros y también son excelentes para limpiar los dientes.

Pollo crudo para perros: beneficios

La carne y las vísceras son definitivamente buenas para nuestros amigos de cuatro patas: el hígado y las vísceras, en particular, son excelentes fuentes de proteínas. Las patas de pollo, además de tener la función de «cepillo de dientes», también contienen glucosamina que es beneficiosa para las articulaciones. ¡No es coincidencia que elijamos alimentar cachorros a perros mayores que están comenzando a tener problemas óseos!

Entonces, de la misma manera, incluso los huesos crudos ayudan con la higiene bucal porque ayudan a eliminar otros residuos de alimentos que se acumulan entre los dientes. Pero comer demasiado también puede causarle estreñimiento a tu perro, al final lo mejor es dárselo un par de veces a la semana, pero cuidado: es mejor que sea lo suficientemente grande para que no se lo trague entero y se le pegue en el esófago.

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Pollo crudo para perros: riesgos

Los peligros asociados a este alimento no solo están relacionados con los huesos del pollo, sino también con su propia carne, que suele incluirse en la dieta BARF del perro. De hecho, además de los huesos que se pueden romper, romper órganos internos y atascarse en el esófago, la carne de pollo también puede estar contaminada.

El mayor riesgo asociado con el consumo de carne es contraer bacterias y salmonella: por lo tanto, es mejor evitar descongelarla al aire libre, pero tal vez bajo agua fría. Aunque los perros heredaron los lobos de sus antepasados la capacidad de digerir todomejor no correr el riesgo.

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Cómo saber si tu perro tiene salmonella

Dado que es un bacterias comunes en pollos y huevoses fácil que la comida mal guardada la contenga: se presta especial atención a la conservación de los alimentos, dejando que se descongele en el frigorífico y no al sol, no congelando y tirando la carne que no se ha comido.

Para saber si el perro tenía esto comida envenenada Sin embargo, es útil saber cuáles son los síntomas de la salmonela en perros:

• episodios de vómitos,
• episodios de diarrea,
• estreñimiento y dificultad para defecar,
• debilitamiento,
• La temperatura,
• deshidración.

Siempre prestamos atención evaluar el estado de conservación de los alimentos antes de dárselo al animal. Muchos sugieren alternar la carne cruda con comida húmeda o seca, pero lo importante es que sea fresca y sepas de dónde viene.